Ya habíamos citado que lo que está sucediendo en
Ucrania tiene una enorme similitud, por no decir que es una réplica, de lo que
sucede en Siria; y que lamentablemente puede desembocar en la desestabilización
total de la ex república soviética; con el agravante que Viktor Yanukovich ya
salió de Kiev, y que a Bashar el-Assad no pudieron sacarlo de Damasco.
Sin descartar el hecho de que Rusia tiene fuertes
relaciones energéticas con Siria, y que por eso apoyó al régimen alawita; pero
Ucrania tiene profundas raíces con Rusia, además de ser frontera y una posición
estratégica.
El fondo del asunto es que el ministro polaco de
Relaciones Exteriores, Radek Sikorski, que nada tiene que hacer en
Ucrania, fue fotografiado con los tres principales dirigentes de la oposición
en Kiev. Polonia y Ucrania son frontera.
Y se considera que no tiene nada que hacer en
Ucrania, es porque eso equivaldría a que el impresentable secretario de Estado,
John Kerry, se entrevistara públicamente con los Ejércitos populares que se han
levantado en contra del Gobierno de México.
Que de contrabando les manden armas a los cárteles
mexicanos para desestabilizar a la nación azteca, como es su costumbre hacerlo,
y ya lo están haciendo, es una cosa; pero que públicamente los apoyaran, sería
definitivamente una intromisión a la que la ONU debería de oponerse, como
debería oponerse a que Polonia y de hecho toda la UE lo haga con su vecino
Ucrania.
Pero la ONU es un
traspatio de la oligarquía sionista -perdón por la redundancia- y prueba de
ello es que los gobiernos de Israel y de los EEUU hacen lo que les viene en
gana, sin que para nada les importen las “resoluciones” que en la ONU se tomen.
El caso es que así como el Gobierno de Turquía, con
el impresentable sátrapa Recep Tayyip Erdogan de Primer Ministro, ha servido de
enclave para que los terroristas mercenarios desde ahí se pertrecharan y organizaran
para atacar a Siria.
Así el Gobierno de Polonia -que no los ciudadanos,
que lo que no quieren son más conflictos; ya tuvieron bastante con la Segunda
Gran Guerra- está sirviendo para que los sionistas, con el conocido pretexto de
que defienden la democracia -cuando les conviene ¡claro! en Egipto la mayoría
no es democracia- ataquen al legítimo Gobierno de Ucrania.
Y se dice “ataquen”, en presente, no en pasado, porque
a pesar de que el Presidente Viktor Yanukovich, al igual que el Presidente de
la Rada -el Parlamento- tuvieron de salir de su Patria, el asunto no está de ninguna
forma terminado. O dicho de otra manera,
los golpistas no han ganado.
Y se trae a cuento , porque Donald Tusk, el Primer Ministro
polaco, declaró el pasado 22 de Febrero que su país ya estaba garantizando
los cuidados necesarios a los opositores heridos en Kiev, y que se había
ordenado al ministerio del Interior y a las fuerzas armadas que reforzaran esa
ayuda poniendo varios hospitales a la disposición. Canadá ya les envió a los golpistas 200 mil
dólares de “ayuda médica”.
Y con ese humanitario pretexto -tan escuchado en
Siria- Polonia ya se ha introducido casi
500 kilómetros dentro del territorio ucraniano en las regiones
fronterizas de Lvov y Volyn ¡para ayudar a los heridos! -nada más a los
terroristas, muchos de ellos antes estaban en Siria-.
Por cierto que Lvov ya ha intentado independizarse
del gobierno de Kiev; así que la entrada de la ayuda “humanitaria” de Polonia
no parece serlo tanto.
Pero hay más antecedentes: Durante más de
10 años, Estados Unidos ha estado infiltrando en Ucrania ONGs entregándoles 5 000 millones de dólares
para ayudar el País a instaurar
instituciones democráticas (¿?) -como arriba se cita: ¡el mismo cuento
de siempre!-.
No se debe soslayar que en Polonia y en Turquía
existen también importantes instalaciones militares de los EEUU. Una base en Incirlik, en el sur de
Turquía, donde también hay un importante radar del sistema de defensa
antimisiles posicionado en el Este. Y en
Polonia está la base aérea de Lask, cerca de Kaliningrado, un puesto avanzado
de la defensa antimisiles en el noreste de su territorio.
Por lo que ignorar que los sionistas yanquis están
detrás de las revueltas en Siria, lo que ya es muy claro, como también lo están
en Ucrania -y asimismo en México- es querer tapar el Sol con un dedo.
Abundando: El que los “rebeldes” que no son otra
cosa que terroristas mercenarios, o sea, gente que mata por dinero, tanto en
Siria como en Ucrania se han apostado en las fronteras de Turquía y Polonia, no
es coincidencia, es estrategia.
En el caso de Siria, los yihadistas
acostumbran secuestrar gente para utilizarlas como rehenes y finalmente canjearlas
por dinero; y a perpetrar ejecuciones sumarias para culpar al Gobierno; que son
las mismas tácticas que pronto veremos en Ucrania; como lo demuestra
la captura de 60 policías en Kiev.
Tal vez ya es tiempo que todos los que ansiamos la
paz, hagamos un boicot a todos los productos de los países injerencistas; pero
especialmente a sus productos de consumo, como la Coca-Cola.
Pues si aceptamos que un litro del citado refresco
es más caro que un litro de petróleo; y que el símbolo del imperialismo
yanquis, la Coca-Cola, se consume por millones en todo el mundo -excepción
hecha de Cuba y Korea del Norte- y que lo único que les interesa es seguir ganando
dinero, con el boicot podemos hacerles más daño que con balas y misiles.
Todo está en que nos decidamos a llevarlo a cabo;
porque si de por sí, como país, los EEUU ya están financieramente quebrados,
acabaríamos de darles el tiro de gracia.
De última
hora.
A pesar de las “advertencias” de
Obama y de la OTAN para que Rusia no “agravara” aún más las cosas y se
“abstuviera” de tomar medidas en Ucrania.
El Consejo de la Federación -senado- aprobó el empleo de las fuerzas
armadas rusas en el territorio de Ucrania, “hasta que se normalice la situación
política en este país", tal como lo había solicitado el Presidente
Vladimir Putin.
La solicitud de Putin se refirió
al "territorio de Ucrania", no específicamente a Crimea, lo que deja entrever
que Moscú pueda usar la fuerza militar en otras provincias de habla rusa en el
Este y el Sur de Ucrania, donde muchos se oponen a las nuevas autoridades de
Kiev.
E hizo la solicitud para
proteger a los rusos étnicos y al personal de la base militar rusa en Crimea,
estratégica posición en la que está fondeada la importante base naval rusa.
Previamente en la Península, el
líder de la región, favorable a Rusia, afirmó que tiene el control de las
fuerzas de seguridad locales y solicitó asistencia a Putin para mantener la paz
en la zona, lo que acrecentó las diferencias.
Y el Primer Ministro de Crimea,
Sergei Aksenov, declaró que las fuerzas armadas, la policía, el servicio de
seguridad nacional y los guardias fronterizos responderán únicamente a sus
órdenes.
A todo esto, el gobierno golpista acusó a Moscú de llevar a
cabo una "invasión y ocupación militar". Afirmación que llevó la crisis a una
dimensión nueva y sin duda alarmante.
Por su parte, el primer ministro
de Ucrania, Arsen Yatsenyuk, comenzó una reunión de gabinete en Kiev, con un
llamado a que Rusia no atice los desacuerdos en Crimea. "Llamamos al gobierno y las autoridades
en Rusia a retirar sus tropas y regresarlas a sus bases", dijo
Yatsenyuk, según lo citó la agencia noticiosa Interfax. "Socios rusos, dejen de provocar
resistencia civil y militar en Ucrania".
Algunos analistas piensan que el asunto podrá terminar con la división de Ucrania; y que Rusia se quedará con la península de Crimea; pero ni pensarlo. Putin de ninguna manera aceptará tener al enemigo en su frontera; eso solo parece que el Gobierno de México lo acepta; y además de buen grado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario